‘Oppenheimer’ es ya oficialmente la gran favorita de la presente edición de los Oscar con 13 nominaciones, a la que siguen ‘Pobres criaturas’, con 11 candidacandidaturas,turas y ‘Los asesinos de la luna’, con 10. Y una vez más, el cine español estará presente en Hollwood gracias a ‘La sociedad de la nieve’, de José Antonio Bayona, que opta a las categorías de Mejor película internacional y Maquillaje y peluquería. Junto a ella, la cinta Robot Dreams, de Pablo Berger, compite como Mejor película de animación.
Aunque algunos actos importantes de los premios más codiciados de la industria del cine ya hayan tenido lugar, como la ceremonia Governors Awards que otorga los Oscar honoríficos, es a partir de ahora, una vez conocidas las candidaturas oficiales para cada una de las 23 categorías, cuando comienza la carrera para lograr la codiciada estatuilla, pasaporte exclusivo de entrada al olimpo de las estrellas. Y también, un retrato social histórico a punto de llegar al centenario.
En mayo de 1928, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas creada un año antes por Louis B. Mayer, de Pictures Corporation y que posteriormente se fusionó con Metro-Goldwyn, aprobó la concesión de los entonces llamados Premios al Mérito de la Academia en 12 categorías, entre ellas, producción, interpretación, dirección artística, efectos de ingeniería y escritura de historias originales o adaptaciones. Estos premios tenían, en realidad, dos objetivos muy concretos: solucionar los constantes problemas laborales de tan particular gremio y mejorar la mala imagen que tenía la industria. Mayer estaba convencido de que unir las cinco ramas del cine, incluyendo actores, directores, técnicos y guionistas, era “reconocer” a todos para poner fin a las rencillas. En sus propias palabras: “Encontré que la mejor forma de manejar a los cineastas era colgándoles medallas por todos lados…”.
Cedric Gibbons, director artístico de MGM, fue el encargado de diseñar el famoso trofeo que, a su vez, el escultor George Stanley inmortalizó: acababa de nacer el preciado caballero que sostiene una espada sobre la bobina de una película. ¿Nombre? El oficial, ‘Premio de la Academia al Mérito’; el que todos conocemos, aunque siga habiendo teorías sobre su origen, Oscar. Si se parecía al tío Oscar de Margaret Herrick, bibliotecaria de la Academia, o al marido de Bette Davis, Harmon Oscar Nelson, nunca quedó claro. En cualquier caso, la fama de este hombrecillo que mide 34,3 centímetros y pesa 3,8 kilos, superó de inmediato la de cualquier otro Oscar de Hollywood y, poco después, del mundo entero. Fundido en bronce con un baño de oro de 24 quilates, excepto durante la Segunda Guerra Mundial que se fabricó en yeso, en la actualidad Oscar está hecho de britannium, una aleación de cobre, estaño y regulo de antominio, bañado con oro de 24 quilates. Siempre sin modificar el diseño de un caballero por el que no pasa el tiempo – solo la base del pedestal aumentó su altura en 1945 -, pero que no vale su precio en oro, porque en 1950 la Academia prohibió la venta de la estatuilla.
Lo que sí ha tenido que cambiar para adaptarse a los tiempos y a los “listillos”, han sido las reglas del juego. Por ejemplo, durante los primeros años la Academia facilitaba a la prensa los nombres de los ganadores antes de la ceremonia con la condición, como es lógico, de mantener el secreto hasta finalizada la entrega de premios. Sin embargo, Los Angeles Times se saltó la norma en 1939 y publicó el listado de ganadores antes del evento, borrando de un plumazo el imprescindible halo de suspense. La respuesta de la Academia fue no dar nunca más los nombres de los ganadores antes de la ceremonia y, desde entonces, es uno de los secretos mejor guardados del cine.
Este año, la 96.ª edición de los Premios Óscar tendrá lugar en el conocido Dolby Theatre el 10 de marzo de 2024, de nuevo con el cómico Jimmy Kimmel de anfitrión. Sin embargo, antes de ese especial día, tanto seleccionados como miembros de la Academia tienen por delante una agenda frenética que, además de incluir el almuerzo de los nominados el 12 de febrero y el inicio de las votaciones (del 22 al 27 de febrero), se vuelca en las campañas promocionales que con la irrupción de las redes sociales lleva años poniendo en jaque a la Academia, obligada a evolucionar para adaptar los famosos galardones, otorgados por primera vez el 16 de mayo de 1929 en una cena privada en el Hollywood Roosevelt Hotel con Douglas Fairbanks de anfitrión. Esta fue la única ceremonia de los Oscar que no se transmitió en radio ni televisión.
A pesar de que cada año se intenten impedir “maniobras” para influir en el jurado, la campaña de la actriz Andrea Riseborough la pasada edición marcó un antes y un después. La Academia inició una investigación sobre las tácticas de campaña y, aunque durante años haya sido práctica habitual que los productores invitaran a los votantes a cenas y les enviaran regalos, las nuevas reglas prohíben a las empresas financiarlos, organizarlos o respaldarlos. También ha prohibido a los votantes que hablen con los medios sobre sus elecciones de forma anónima, una práctica que era bastante común días previos a la ceremonia.
En cualquier caso, el sprint final ha comenzado y todos los implicados saben que no es momento para relajarse confiados con la candidatura y el calificativo de “favorito”. Nunca basta con haber sido sobresaliente, también cuenta quienes comparten categoría: en el caso de Mejor Actor de reparto, por ejemplo, compiten cinco grandes como Robert Downey Jr., Ryan Gosling, Robert De Niro, Sterling K. Brown y Mark Ruffalo, igual que en la categoría de Mejor Actriz será difícil apostar por Lily Gladstone, Emma Stone, Sandra Hüller, Carey Mulligan y la veterana Annette Bening. Porque otro rasgo característico de estos codiciados premios es que siempre hay sorpresas.
Alicia Huerta.